martes, 28 de octubre de 2014

¡Ya si eso me vuelven a avisar!

Hoy he hablado con la clínica, pues al dejar de tomarme la medicación tenía que llamar para informar y que me dieran fecha para la siguiente revisión, ya con la doctora.
Y así lo he hecho, me ha dicho que mejor llame cuándo me baje la regla pero cómo no tengo ni idea de qué es lo que viene ahora pues he preguntado, más que nada por intentar organizar un poco mi vida, sobre todo la laboral.
 
No sé si os lo he dicho alguna vez pero yo tengo un trabajo que para poder llevar todo este proceso es bastante compatible, pues tengo un horario flexible. Trabajo para mi misma, lo cual es bueno porque no tengo que darle explicaciones a nadie pero también es malo porque sino trabajo no facturo, por lo tanto tampoco me puedo permitir parar completamente la marcha.
No obstante yo suelo planificar mi trabajo con dos semanas de antelación por lo que suelo tener la agenda siempre planificada con bastante anterioridad, pues hago visitas a los clientes y tengo reuniones con ellos que hay que preparar y por eso necesitamos ambas partes tener claras las fechas con tiempo.
Pero claro, desde que estoy en todo este mundo pues como que se hace algo complicado esto de llevar una planificación, pero ¿qué os voy a contar a vosotras?
 
Por eso hoy cuándo he hablado con la clínica necesitaba saber un poco más. Necesitaba saber qué venía ahora, cuál era el siguiente paso, porque está claro que pocos pasos más quedaban, es decir, lo siguiente tenía que ser la transferencia de mis pequeñitos que están ahí esperándome, pero eso ¿cuándo era? ¿en este ciclo? ¿en la siguiente regla? ¿todavía me tenía que tomar algún medicamento durante un mes o durante dos? ¿podía darse el caso de que tuviéramos que esperar un mes más?...
 
Así que la enfermera me ha dicho lo que yo ya suponía: "hasta que no te vea la doctora no te puedo decir nada"
 
Pero cómo me ha tenido que ver algo preocupada me ha dicho, muy maja ella, que pensando en positivo lo más probable que podía pasar era que en la revisión estuviera todo bien y que por lo tanto la transferencia se hiciera en este ciclo y que si era así me harían 1 eco de control con su correspondiente analítica de hormonas y prepararían la transferencia.
 
Al decirme eso, yo he pensado que entre una cosa y otra esto ya sería en la siguiente regla, ¡pero no! me ha dicho que lo más normal es que sea en este ciclo.
 
¿En este ciclo? ¿Eso es en 2 semanas?
 
y me ha dicho, claro, la eco a los 7 u 8 días de la regla y si estás ovulando pues te pinchas "no sé qué" y luego te hacemos la transferencia.
 
Y yo me he empezado a poner nerviosa, he empezado a pensar en todo lo que tengo de trabajo, en todas las reuniones, visitas y cursos que tengo programados con mis clientes...y además he pensado que no estoy preparada todavía. Que tengo que estar más relajada, que quería volver a hacerme acupuntura, que llevo 2 meses sin ir a yoga por todos lo reposos de las histeroscopias y molestias varias, que estoy constipada por lo que debo de tener las defensas bajas y se supone que en 2 semanas ¿¿ya me devuelven a mis pequeñitos??
 
Ufff, de repente me ha dado miedo.
 
Ya estábamos ahí, parecía tan lejos cuándo fui a mi primera consulta, parecía tan imposible que yo fuera capaz de someterme a todo lo que me estaban diciendo, lo veía eterno y mi impaciencia por ser mamá desaparecía asumiendo que todavía quedaba un largo camino que de ninguna manera podía acortar. Así que creo que mi mente se relajó y dijo ¡de aquí a que llegue el momento todavía queda, así que me olvido del tema por una temporada!, mire usted oiga, ¡ya si eso me vuelven a avisar, eh! y mientras que vayan haciéndole cosas a mi amigo el útero que yo intentaré pensar lo mínimo posible en el tema. Me voy a centrar en el trabajo, en vivir y disfrutar del día a día, en intentar hacer siempre algo bueno en el día y pensar en positivo y ya llegará el momento de la verdad....¡¡y ahora ese momento ha llegado!!
 
Así que quedé con la enfermera que cuándo me bajara la regla la llamaría para que me dieran cita para la semana que viene, y en cuanto colgué me puse a llorar y cómo no, a continuación me puse a reír, y luego otra vez a llorar...si, si, si...cómo os lo cuento.
 
Estaba nerviosa y muerta de miedo por si no salía bien, quería estar completamente tranquila cuándo llegara el momento, haberme organizado la agenda para no tener nada de trabajo estresante en al menos 2 semanas y no lo había hecho. Pero tenía que estar feliz, había llegado hasta aquí y estaba más cerca de mi objetivo, pero claro, me daba tanto miedo que no saliera cómo yo quería.....
 
Y bueno, ahora estoy entretenida intentando adelantar todo lo que pueda de trabajo a estas dos semanas para una vez me hagan la transferencia poder estar tranquilita y sin agobios.
 
 
Ay, de verdad, qué duro es todo esto!!
 
 
Un besazo,
Memole ^_^
 
 
 

lunes, 27 de octubre de 2014

¿¿Hormonada yo??

No sé si habéis vivido situaciones cómo la que os voy a contar. A mi me habían dicho que era normal que se dieran situaciones especiales, por llamarlas de alguna manera, pero la verdad es que llevo bastante bien lo de ser una chica "hormonada hasta las cejas", con los sentimientos a flor de piel y  con las subidas y bajadas correspondientes de estado de ánimo.
 
Pues bien, en este momento cómo ya os he comentado estoy con el magnífico amigo Progyluton, ¿los efectos?, pues un poco de todo, dolor de cabeza, cansancio, mareos, vértigos, dolores de regla a lo grande, sangrado como si no hubiera un mañana...
pero lo que hoy os quiero contar son mis bajadas y subidas de ánimos, porque el otro día me reía con mi hermana de ellos, claro, ¡¡por no llorar!!!

Nunca pensé que sería capaz de pasar del llanto más triste a la risa más grande y eufórica que también me hiciera llorar...o al revés, pues bien, ¡¡ya he descubierto que soy capaz!! y es una experiencia completamente recomendable...eso sí, te sientes cómo si estuvieras completamente desequilibrada y eso puede dar un poco de miedo...ja ja ja

Pues bueno, aunque ya me ha pasado alguna vez, lo de pasar de llorar a reír en 1 segundo, siempre suele ser porque mi Sr. amore ve que me pongo triste y enseguida me intenta hacer reír y la verdad es que lo suele conseguir. O bien porque se pone los pantalones a lo "Julian Muñoz" y me hace el payaso o bien porque se mete conmigo pero de manera cariñosa...la cuestión es que dejo de llorar para entrar en una carcajada terapéutica y curativa junto a él.  

Pero lo del otro día fue alucinante sobre todo porque estaba sola y conduciendo. Iba en el coche al trabajo y ya no soportaba escuchar la radio, que si ébola, que si Excalibur, que si la panda de ladrones del Gobierno y bancos...la cuestión es que decidí poner música. El primer CD que saqué de la guantera lo puse y era Melendi un cd de hace mil años.

La cuestión es que lo pongo, empieza una canción con ritmo de la que recordaba la letra y empiezo a cantarla toda emocionada y sintiéndome feliz, de hecho, demasiado feliz...pero de repente y no me preguntes qué pensamiento vino a mí, pero me puse a llorar, pero a moco tendido...me sentía cómo la protagonista de un culebrón de la tele, triste y desdichada...y yo a punto de llegar a mi cliente, con los ojos hinchados y rojos
¿qué es lo que había pasado?
Si yo iba toda contenta cantando con Melendi...¿cómo había llegado a esto?
Así que como aquello no paraba y no tenía mucho tiempo, me dije, ¡¡ya está bien!! ¡¡esto no puede ser así!! ¡¡aquí no se llora!!

Así que me soné, me sequé las lágrimas y seguí con mi Melendi, cantando y riendo...
JA JA JA

Madre mía que mezcladillo de sentimientos, que si risas, lloros, alegría, tristeza, pesar, felicidad, euforia...

¿Os ha pasado algo parecido?
¿Tu imaginate el del coche de al lado? estaría alucinando...

Pues bueno, esto es así, lo raro es que no estemos peor...ja ja ja

Así que mi hermana y yo nos reíamos porque le contaba la anécdota y la verdad es que era muy gracioso...aunque la realidad es que no deberíamos de pasar por esto, pero ya que tenemos que pasar por lo menos lo haremos con un poco de humor aunque sea de vez en cuándo.

Un besazo
Memole

jueves, 23 de octubre de 2014

¡¡Cariño está todo genial!!

Hola, ya estoy aquí de nuevo.
 
Intento no contar los días que me quedan para mi siguiente consulta, intento no pensar en qué es lo que vendrá ahora y la verdad es que lo prefiero, pero por mi forma de ser también me agobia no saber cuál es el siguiente paso, porque sí, sé que ahora cuándo termine el tratamiento iré a ver a mi Doctora pero ya no sé más. Y claro, después de lo de la última vez prefiero no pensar que me va a decir
¡¡cariño está todo genial!!
porque estoy segura que me llevaré un chasco, pero por otro lado quiero pensar que va a ser así.... no lo puedo evitar.
 
De todas formas estoy algo agobiada pues no puedo hacer planes a largo plazo y a largo plazo no me refiero de aquí a 3 meses, ¡¡qué va!! me refiero a de aquí a 2 semanas, pues no sé a raíz de mi consulta siguiente qué vendrá...
 
Lo que sí que tengo claro es que me muero de ganas de que salga todo bien, no puedo dejar de pensar que esta vez va a salir bien porque es lo que deseamos con todo nuestro corazón, porque nos lo merecemos, porque hemos recorrido un duro camino hasta llegar aquí y porque los deseos al final se hacen realidad, ¿no es así?....
 
Yo intento pensar así, aunque tengo días malos, intento disfrutar de la vida, de los momentos con la gente que quiero, intento aprender en mi trabajo, disfrutar de la buena compañía y también de la soledad. Quiero ser cada día un poquito mejor, quiero ayudar a la gente que me rodea, quiero crecer como persona...y eso ya no se me olvida, he decidido que esto es lo que debe de presidir mi vida, no las cosas negativas, no las cosas que no consigo, sino todas esas que sí que consigo.
 
Y en estas estamos, luchando duro pero disfrutando del camino, con alguna que otra lagrimilla pero disfrutando de los días que nos regala la vida cada vez que despertamos...y lo que espero es despertar un día contigo a nuestro lado.
 
Un beso fuerte
Memole

lunes, 20 de octubre de 2014

Quién te ha visto y quién te ve

Es curioso cómo funcionamos, es alucinante lo fuerte que nos hacemos antes las adversidades.
Si algo bueno tiene este proceso es que nos demuestra todo lo que somos capaces de hacer por conseguir un sueño.
 
El otro día hablando con mi mami me dijo, hay que ver cariño quien te ha visto y quien te ve...todo por lo que estás pasando de hospitales, pruebas y quirófanos con lo "eso" que eras tú.
 
Y es así, tenemos miedos con los que no nacemos pero que a lo largo de nuestra vida se nos van arrimando y los vamos adoptando, porque el miedo es algo muy fácil de adoptar, pero es muy difícil de expulsar.
Deja una huella en nuestra mente que es muy difícil de borrar y solamente enfrentándote a él lo conseguimos.
 
Yo llegué a este proceso con varios de esos miedos, miedos que había ido adoptando como hijitos mios y que había ido acogiendo en mi mente, hasta que me empezaron a limitar la vida, empezaron a afectar a mi felicidad...entonces me dí cuenta que no podía consentirlo pero ya era tarde, ya no era tan fácil luchar contra ellos...por poneros un ejemplo os diré que tenía claustrofobia, lo que me limita desde subir en un ascensor que no conozca hasta ir en avión.
 
Pero fíjate que este proceso me ha ayudado para conocerme mejor, para volverme a recordar que soy muy fuerte y que puedo conseguir todo lo que me proponga. Desde que empecé con este proceso me siento algo más fuerte para vencer esos miedos, y aunque sigo teniendo claustrofobia hay momentos en los que la venzo y subo en ascensores o me meto en sitios que antes habría sido impensable para mi, y siempre que lo hago me digo "tengo que ser una futura mamá fuerte".
 
También este proceso me ha ayudado a darme cuenta que en la vida las cosas importantes son a las que no se les damos casi importancia o que damos por hecho que van a pasar. Al igual que ahora no puedo conseguir mi deseo de ser mamá, también podría haberme pasado que no hubiera tenido una familia a la que adoro y con la que me río tanto, también podía haberme pasado que no hubiera tenido una hermana maravillosa ni una madre que no la cambio por nada, o que no hubiera encontrado al amor de mi vida que hace que todo en la vida, incluido este proceso sea más fácil y que hasta de vez en cuando nos riamos de él.
 
Es decir, yo ahora solo veo que no puedo ser mamá, que la vida no me da un hijo, pero es que la vida me está dando miles de cosas que podría no habérmelas dado y eso no lo valoramos. Por no hablar de la salud, que ni tengo que decir que es el bien más preciado con el que contamos.

Así que hoy le dedico mi entrada a lo fuertes que somos y que nos hace este proceso tan doloroso y a las cosas que sí que tenemos, que son muchas y que no podemos hacer girar todo en torno a un único problema, importante, serio y triste pero que al fin y al cabo venceremos.
 
Un beso chicas y feliz semana!!
Memole


viernes, 17 de octubre de 2014

Mi corazón decide...

Hay veces que no puedo controlar mis sentimientos, sé que son normales, sé que están justificados pero también sé que son injustos por la otra parte y me hacen sentir mal. Os explico.
 
Logré superar el embarazo de una de mis mejores amigas, logré compartir muchos momentos de esos 9 meses alegre y feliz, logré ir a ver a su bebita al hospital nada más nacer y olvidarme por completo de mi problema, además la adoro y me muero por verla y cogerla.
Logré superar el embarazo de una prima muy cercana de mi chico y poder estar con la bebita de la que él es padrino, aunque he de reconocer que los primeros meses fueron duros.
He logrado superar los embarazos de amigas menos cercanas pero a las que he tenido que ver en comidas, cenas o eventos...
 
Pero hay veces que depende del momento en el que te encuentras eres capaz o no, puedes estar rodeada de bebes o embarazadas o eres completamente incapaz.
Sobre todo eres incapaz de unirte a una fiesta de cumpleaños de esa nena que cumple 1 año y que a ti lo único que te recuerda es que cuándo su mamá se quedó embarazada tu ya llevabas mucho tiempo buscando y que cuándo nació tu soñabas con estar embarazada.
Y esa fecha solamente te recuerda que cuándo nació tu te acababas de hacer una beta y había dado negativo y llorabas de emoción pero también de tristeza profunda de no poder compartir esa alegría con los recientes papás.
 
Ese cumpleaños al que has de ir porque si faltas no es comprensible, solamente hace que te sientas infeliz por no conseguir lo que tanto tiempo llevas luchando y que no sabes si lo conseguirás, pero que cada vez que mi chico me mira a los ojos y me dice
¡¡amor esta es la buena, la siguiente eres tú!! yo me lo creo, esas palabras me llegan al alma porque es lo que más deseo en el mundo y me lo creo porque muero de miedo solo de pensar que no lo vayamos a conseguir.

Y este cumpleaños me recuerda todo esto, me hace daño, me hace sufrir y creo que en este momento no estoy preparada para enfrentarme a ello. No estoy preparada para ver de una manera tan clara que ya ha pasado un año más...

No sé qué hacer...¿qué es lo mejor?...
 
Por una lado quiero ir, es gente a la que quiero, son personas importantes para nosotros, y no quiero perderme momentos importantes de la vida por esto,  pero ¿y si no lo sé llevar? ¿y si me toca mucho el corazón y destruye lo que llevo tanto tiempo cultivando?

No sé qué hacer...está claro que haré lo que mi corazón sienta pero ahora no lo puedo pensar.
 
Esperaré a que se acerque el día y mi corazón decidirá.
 
 
Un beso y buen fin de semana!!
 
Memole ^_^

miércoles, 15 de octubre de 2014

¿Demasiado positiva?

Hay veces que el plan no sale según lo previsto y a mi me ha pasado eso. Y lo que más rabia me da es que no lo había planificado, no había contemplado la posibilidad de que no fuera bien la revisión, lo que tampoco quiere decir que haya ido mal, no vayamos a dramatizar demasiado.
  
Lo cual por un lado me gusta, porque es una señal de que pienso en positivo, cosa que hace un par de años no hacía, y por otro lado me da rabia porque se me ha desmontado toda mi planificación.
 
Cómo ya os conté me tenían que hacer mi histeroscopia de control para comprobar que todo estaba bien y que mi "habitacioncita" ya estaba lista para recibir a mis pequeñajos.
 
¿Qué cual fue mi error?
 
Pues pensar que todo iba a estar perfecto y que tal cómo llegaba a la clínica me iría con una sonrisa de oreja a oreja cogida de la mano de mi amor a comer sushi y beber vinito.

Así que hice planes para el día siguiente y los restantes de la semana, me puse reuniones importantes en mi trabajo, quedé con amigas para comer y comprar un regalo e incluso confirmé que podía ir a una fiesta que organizaban unos amigos.
 
Así que cuándo el médico me dice que ha tenido que intervenir un poquito más porque había una zona que no le gustaba demasiado y que tenía que volver a estar una semanita de reposo relativo y vida tranquila casi me muero.
Y es que así una no puede organizarse!! De repente tu vida tiene que parar una semana, nada más ni nada menos que una semana!! No trabajes, no quedes con nadie, no salgas...
 
Me dio agobio y ansiedad, me empecé a sentir muy agobiada y me empecé a hacer preguntas que dañaban mucho mi alma...
¿se trataba de un paso atrás? ¿todo aquello tenía sentido? ¿servía para algo? ¿otra semana más? ¿y después qué? ¿qué hacía con mi trabajo? ¿qué hacía con mi vida?¿por qué cuándo volvía a la normalidad de repente aparecía otra semana de reposo y desconexión total? ¿qué le decía a mis amigas? ¿y a mis jefes?...
demasiadas preguntas...y todas negativas...no iba por buen camino.

Así que por verlo de manera tan positiva y no contemplar que había otra posibilidad ahora lo estaba viendo todo de manera extrema y muy negativa.
 
Encima yo no entendía por qué esto no me lo había visto el Doctor la primera vez, no entendía qué era exactamente lo que me había hecho...y estaba enfadada conmigo misma por haber ido tan a la ligera, tan feliz, pensando que me hacían un control y a casita.
 
Pero me dí cuenta que no iba por buen camino y que estaba haciendo una montaña de algo que después de todo lo que he pasado no tenía demasiada relevancia...¿o sí?. Da igual, lo que estaba claro es que esta actitud no me llevaba a ningún sitio. Así que ya en mi casa, en mi sofá y con mi Sr. Amor, respiré hondo, busqué la parte positiva, analicé la situación y busqué las soluciones.
Luego llamé a mi madre, que aunque no la quiero preocupar, necesitaba mucho hablar con ella y me derrumbé, pero junto con ella volví a analizar la situación y repasamos las soluciones para el reposo, para el trabajo, para mis dolores... y me empecé a sentir mejor.
 
Por que la cuestión es que esto lo hago con un único objetivo, TU, y si el médico profesional experto opina que tiene que intervenir y hacerme algo más para aumentar las posibilidades de que tú te quedes en mí, pues habrá que hacerlo, cómo si considera que hay que hacerlo 100 veces más, lo tengo claro me lo haría. El problema es que solo contemplé una opción y no las dos que podían darse en este punto. Además, tampoco ha ido tan mal, lo que el Doctor ha visto tiene solución y por tanto esa es la parte buena, que ha intervenido y se supone que se habrá solucionado, por lo tanto seguimos por el buen camino.  
 
Conclusión: me estoy volviendo muy positiva y eso me encanta, aunque el golpe por no contemplar otras opciones menos buenas ha dolido mucho.
 
Un beso,
Memole

domingo, 12 de octubre de 2014

Mi mente igual de importante que mi cuerpo

Esta semana estuve con mi psicóloga.
 
 
Empecé a ir a ella cuándo comencé con todo este tema de la infertilidad y también por otros motivos y la verdad es que me ha ayudado mucho. No sé si lo hubiera llevado igual o peor sin ella, pero lo que sí sé es que forma una parte importante de mi vida y que he aprendido a conocerme mejor gracias a ella.  
 
Yo siempre me he considerado una persona fuerte, positiva y que podía enfrentarme a cualquier problema y conseguía llevarlo bien. Pero en el tema de la infertilidad eso da igual. Puedes ser muy fuerte, ser muy positiva y alegre pero la realidad es que este proceso es tan largo y tan duro que al final es muy fácil que pueda contigo, vas perdiendo la ilusión poco a poco, y cada vez la caída duele más y cuesta más levantarse. 
Hay días en que lo ves todo claro y con esperanzas y otras veces lo ves todo gris y te mueres de miedo.
 
Por lo tanto no pasa nada si lo reconocemos, no pasa nada si reconocemos que este proceso hace que nuestra mente esté todos los días a todas horas dándole vueltas al tema, pensando si será o no será, pensando en la próxima visita al médico, en la próxima operación o pinchazo...nuestra mente no descansa y por esta sencilla razón necesita una serie de atenciones especiales y necesita también un proceso de aprendizaje para saber gestionar las emociones  y los pensamientos que invaden nuestra mente y alma todos estos días.  
 
Yo para saber llevar esos momentos y canalizar los pensamientos negativos decidí probar un psicólogo y me ha ido muy bien. De hecho ¡¡se lo aconsejo a todo el mundo!! 
 
Yo elegí ir a terapia y además leer mucho sobre el tema, y la verdad es que en este tiempo he aprendido mucho y he mejorado bastante, dentro de lo que se puede mejorar en una situación cómo la que vivimos.
 
Una cosa que ha sido difícil de aceptar pero que mi psicóloga me ha repetido varias veces es que la vida no es fácil, es muy dura, pasan cosas injustas, hay enfermedades, muertes, situaciones angustiosas...aunque no queramos, no lo podemos evitar y tenemos que aceptarlo.
Por lo tanto lo primero que me enseñó fue a aceptar que las cosas no son cómo nosotros queremos, nunca lo son.  
 
Evidentemente yo soy una persona que me conformo con poco, y con el tiempo aún me he vuelto más sencilla. Mi felicidad me la dan las cosas mas sencillas de la vida, como ya os conté en mi entrada anterior...familia, amigos, mi perro...y pensaba que tampoco estaba pidiendo tanto. Un bebé, ¿era tanto pedir? Mis amigas tienen uno o incluso 2 y yo no podía...estaba enfadada y angustiada, aunque también es verdad que al principio daba por hecho que lo iba a conseguir y que sería fácil, pero poco a poco el camino se ha hecho más largo y he tenido que vencer muchos miedos, y ella me ha ayudado mucho. 

Sé que podéis pensar que una buena amiga con la que hablar y a la que escuchar hace el mismo papel que una psicóloga, pero no es así, a parte de que ella es profesional y entiende el funcionamiento de nuestra "cabecita loca", a parte, ella no es una amiga, no es mi madre, ni mi hermana ni el Sr.Amor. Con ella puedo llorar, derrumbarme sin tener la sensación de que tengo que aguantar el tipo para no preocupar a mi gente. Porque este es mi principal problema, que yo me estoy apoyando en muy poca gente. En amigos no he querido porque no quiero que me pregunten ni que estén pendientes de mi y a mi familia no les quiero preocupar así que les cuento lo justo y pocas veces me derrumbo ante ellos. La única persona con la que comparto 100% este proceso es con mi chico y evidentemente a él también le pesa por lo que intento a veces si me da el bajón pasarlo sola. Es por ello que el tenerla a ella ha sido un alivio, pues puedo decirle que estoy cansada, puedo decirle que estoy con fuerza para luchar, puedo derramar alguna lagrimilla... 

Al principio piensas que el apoyarte en una persona que no conoces es complicado y que no vas a poder abrirte y contarle todo lo que llevas dentro, pero eso es lo verdaderamente genial, es alguien externo, alguien que no te conoce, alguien que no te va a mirar con cara de pena o va a estar pendiente de ti preguntándote a todas horas cómo estás... y por eso os lo aconsejo, pero no solo por el tema de la infertilidad, a mi me ha ayudado en otros temas igual de importantes y que estoy corrigiendo gracias a ella. 
Pero sobre todo si estás en un proceso cómo el mío y se te está haciendo algo  largo como a mí, te aconsejo que busques ayuda de un profesional y si el primero que encuentras no te gusta o no conectas, busca otro, es importante que conectes que te sientas cómoda. Pero de verdad, es importante cuidar nuestra mente, mimar nuestra alma y sanar nuestro espíritu, pues algún día estaremos embarazadas y tendremos que estar relajadas y sanas tanto física cómo mentalmente para que nuestro bebé crezca sano y fuerte en nosotras y la salud no ha de descuidar la parte mental.
Otro día os hablaré del yoga y de la meditación, muy importante también para cuidar la salud de nuestra mente.

Un beso fuerte,
Memole ^_^