jueves, 6 de abril de 2017

Ya queda poco pero el miedo sigue ahí

Tenía tantas ganas de pasar por aquí!!
De deciros que todo va bien!!
De deciros que mi nena en nada está en mis brazos!!
De compartir con vosotros el momento de felicidad tan enorme y a la vez de cague que estamos viviendo!!
....
Y es que a la vez de sentirme afortunada, me daba tanto miedo que saliera mal, me daba tanto miedo que se volviera a estropear, que la vida nos enseñara su cara fea y oscura que ese miedo me hacía alejarme de todo lo relacionado con esta dura experiencia, pasaba de puntillas por aquí pues necesitaba saber de vosotras pero me dedicaba a otras cosas, entre ellas trabajar, que por suerte trabajo no me falta y a seguir mi lema, ya sabéis: "disfrutar de los pequeños detalles que la vida nos pone delante y a veces no somos conscientes y amar mucho (la vida, las personas, los animales, los momentos...amarlo todo"

Así que vuelvo por aquí para deciros que todo va bien y para deciros lo que a mi me gustaba leer en su momento y que me transmitían un poco de luz y de esperanza en mi incertidumbre de si lo iba a conseguir. 
 
Yo tenía claro que lo conseguiría, pero también tenía claro que la vida es muy dura, pero no solo para nosotras o para una misma, sino para todos. Todas las personas viven momentos duros, ásperos y amargos. La vida es así y lo tenemos que aceptar. Tenemos que educarnos para saber vivir con ello. Y aunque yo siempre he sido de creer en mi, a veces en este aspecto flojeaba y pensaba que igual no lo conseguiría jamás. Pero de repente pensaba que eso tampoco sería un problema si sabía canalizar ese dolor y lo empleaba para hacer mi vida diferente, siendo o no siendo mamá.

Ahora embarazada a punto de tener a mi bebé, cuándo pienso en todo el tiempo que ha pasado, todo lo que he luchado, todo lo que he sufrido, las lagrimas, el dolor, el miedo, la perdida, el sacrificio, las ganas de ser mamá y no poder, todavía me duelen esos pensamientos, aunque parece que menos, y lo que más me duele es el tiempo, que al final es lo que no podemos recuperar.
Me da mucho vértigo mirar y ver el carrito preparado para mi peque, me da un respeto alucinante entrar en su habitación y ver sus cositas. Que hasta hace una semana ni tenía...porque me daba pánico que pudiera pasar algo. Y todavía me acechan ese tipo de pensamientos aunque los echo enseguida, pero ahí están. Y sé que luego vendrán otros miedos diferentes... 

Todo el mundo me decía que se me estaba echando el tiempo encima, que como que no teníamos el carro comprado, la cuna montada o cosas así... y yo ponía de excusa el trabajo, pero amore y yo sabíamos que era puro miedo.
Aunque habíamos pasado todas las ecos, aunque mi barrigota ya estaba de un tamaño considerable, aunque mi peque se movía y me daba seguridad, a mi me daba pánico mirar las cosas de bebé, comprarle ropita o algún detalle, y comprar la cuna el carro o cosas así para mi era inviable, me bloqueaba.

Y hasta hace nada no nos lanzamos a ello, a sentirme una embarazada más, bueno, una más no, no somos una más, esa es la verdad.

Igual que con las clases de preparación al parto o de lactancia, no las he hecho hasta el último momento, por el mismo motivo.

Pero bueno, eso son huellas que quedan de nuestras vivencias como las dejan cualquier otras vivencias. Nos hacen ser nosotros mismos, darnos cuenta de lo que somos capaces de soportar, de gestionar y de canalizar.

Nos ha hecho darnos cuenta del amor tan enorme que sentimos amore y yo, de lo fuerte que es nuestro compromiso aún sin estar casados y de lo estable que es nuestra relación.

Todo esto hará que valoremos ciertas cosas de la vida que no hubiera sido así de otra manera...y no digo que sea genial pasar por aquí, no digo que ahora tenga que dar gracias por haber pasado estos años luchando contra la infertilidad y poniendo en riesgo mi salud por los tratamientos, no digo eso, pero lo que si que digo es que la vida es dura, la vida es ingrata, la vida te da lecciones al igual que alegrías y momentos de felicidad, y si a mi es esta la que me ha tocado vivir lo acepto y lo gestiono lo mejor que pueda. Porque no puedo luchar contra la vida ni las vivencias ni tu tampoco amiga, pero lo que si que podemos hacer es intentar llevarlas lo mejor que podamos y que nos afecten lo menos posible, con momentos de bajón y momentos de subidón.

Solamente puedes hacer una cosa, aceptarlo y tener un plan de acción. Para mi eso era fundamental. Y si necesitas algún periodo de descanso, tomarlo.

Y al final lo conseguirás, lo único es que tu decidirás si quieres llegar al final o tomas la decisión de parar antes, lo cual también es una buena elección. No necesariamente has de llegar al final.

Y bueno, esto es todo por hoy, en breve pasaré por aquí para presentaros a mi bebita y supongo que para despedirme de vosotras, no sin antes volveros a dar las gracias por acompañarme y dejar que yo os acompañara en este viaje que es la vida.

Un besazo,

Memole a punto de ser mamá...