viernes, 25 de septiembre de 2015

Nos vamos a ovodonación!!!

Hola de nuevo!!
Hacía tiempo que no pasaba por aquí y es que parece que al final de todo mi cuerpo es sabio y me manda mensajes que a veces no escucho pero en este caso tenía que hacerlo. Y mi cuerpo y mi mente y mi alma me estaban pidiendo a gritos parar, alejarme, respirar, escucharme, curarme, sanarme... para luego continuar.

Y así lo he hecho!!

La mejor época para poder hacer esto es el verano, vacaciones, playa, amigos, familia, soledad, pareja, naturaleza.... y al volver, pues necesitaba un poco más de tiempo y me lo he dado. Mi cuerpo y mi alma me pedían un poquito más de tiempo... y como se lo merecían tanto se lo he dado.

Hemos hecho alguna escapadita romántica, en el trabajo estoy empezando proyectos nuevos y preparando una campaña importante de trabajo que me mantendrá muy ocupada los próximos meses, así que mi cabeza piensa en otras cosas y ya no está tan pendiente del tema estrella.

Pero sobre todo esto es así porque ya hemos tomado nuestra decisión ¡¡¡Si, así es!!!!
Nos vamos a ovodonación!!

Y estoy asustada pero feliz, contenta, con energía, llena de ilusión, de esperanza, de amor, de alegría....si, de verdad!!

Después de toda la tortura y las dudas de si tomar una decisión u otra, después de valorar todas las opciones los pros y contras, después de volverme casi loca de atar y no dormir por la noche pensando en un único tema, después de hacer cosas sin darme cuenta por el hecho de estar siempre pensando en lo mismo... (y cuándo digo cosas sin darme cuenta me refiero por ejemplo a tirar unos calcetines a la basura en lugar de a la ropa sucia, o meter en la nevera el móvil en lugar de la jalea real...cosas así!!)
bueno, pues después de estar dos meses saturada, al final, todo siguió su proceso, todo siguió su camino, y mi alma y mi cuerpo me indicaron poco a poco hacía dónde tenía que ir.

Ha sido muy duro, probablemente la decisión más dura que hemos tomado en la vida, pero ahora estoy y estamos seguros de ella y ya no hay vuelta atrás.

Pero es lo que os decía al principio, al parecer mi cuerpo que es muy sabio y su amiga del alma, mi alma, han decidido que una vez tomada la decisión hay que buscar el momento idóneo para llevarla a cabo y éste momento no lo es. Necesito vivir un poco relajada, necesito volver a disfrutar de mi trabajo, de mi vida, aunque ya lo estaba haciendo, pero más relajadamente, así que dado que ya hemos tomado la decisión y dado que para buscarme la donante ideal tardarán un par de meses, hemos decidido que nosotros empezaremos los preparativos de mi útero en diciembre y que durarán un par de meses hasta que tengamos la habitacioncita lista para mis pequeñitos, por lo que la transfe será hacía febrero o así.

Y de momento este es el plan.
1. Disfrutar mucho de lo que queda de año. El otoño es una estación que me enamora y me pienso enamorar de ella. Tengo muchos planes para nosotras dos.
2. Coger fuerzas para poder llevar a cabo mi embarazo. Porque sí, sí, por si no lo sabes, en unos mesecitos estaré otra vez embarazada y feliz...
3. Trabajar con energía y fuerza. Para reponerme económicamente y también por mi, para sentirme bien.
4. Y por último, aunque esto no hace falta ni decirlo otra vez, disfrutar de la vida, de mi amore, de mi familia, de mis amigos y de mi.

Así que este es mi plan!!

Y quiero que sepáis que si estoy aquí, en parte es gracias a vosotras, a vuestros comentarios, a vuestros e.mails, a vuestros blogs y a vuestras palabras de aliento, que nos hace levantarnos cuándo nos caemos y volver a coger aire para seguir.

Gracias chicas!!

Memole y su plan ^_^

lunes, 7 de septiembre de 2015

Vuelta a la rutina!!

Hola a todos!
por desgracia ya estamos volviendo a la rutina y el veranito pasó, hasta el tiempo no acompaña, lo que para mi es mucho mejor. 
A mi me está costando bastante el volver a la rutina ¡¡se está tan bien de vacaciones!! pero lo que me está costando mucho es volver a la carga con mi objetivo prioritario "SER MAMÁ".
 
Necesitaba tanto desconectar y olvidarme de todo este tema que es cómo si mi mente no quisiera volver a pensar en ello...no quiere conectar de nuevo con el problema. Pero no por ello el problema ha dejado de existir. Ojalá!!
 
Y es que aunque intentamos llevar una vida normal y no queremos que todo gire en torno al tema de  la infertilidad, aunque no queremos y luchamos para que no sea lo principal en nuestra vida, al final se convierte en una mochila que llevamos a rastras a todos los sitios y que pesa mucho. Evidentemente no nos impide que hagamos otras cosas, trabajar, comer, dormir, salir con amigas, celebrar fiestas en familia... pero nuestro cuerpo y nuestra mente la siente y esa mochila está ahí, colgada en nuestra espalda acompañandonos a todos los sitios.
 
Al principio tenemos mucha energía y no notamos el peso de la mochila, no sentimos casi ni que está. Nuestra mente es positiva y nos dice a nosotras mismas que es solo unos mesecitos pero que en nada la mochila se vaciará...pero por desgracia en mi caso no ha sido así. Más bien ha sido al contrario y cada vez la mochila me pesa más, lleva más piedras, que si un tratamiento tras otro, así hasta 4, que si varias transferencias, betas negativas, operaciones de útero...y la piedra que más pesa, mi aborto.
 
Así que al final la mochila va conmigo ya 3 años a todos los lados y necesito ya soltarla, necesito liberarme de ella. 
 
Mi amore y yo, los dos necesitamos que esto termine pronto, estamos agotados, sin fuerza, saturados... pero seguimos luchando juntos porque tenemos claro que queremos ser papás.
 
Así que por eso nos está costando tanto volver a la realidad, porque éste ha sido un verano sin mochila, nos la pudimos dejar en casa y no nos la llevamos de viaje. Ella lo intentó, se puso al lado de las otras bolsas y maletas que teníamos preparadas, pero nos dimos cuenta y juntos, mi amore, nuestra trufa perruna y yo cerramos la puerta de casa con llave y dejamos allí la mochila. Nos cogimos de la mano y nos dimos un beso y así empezamos nuestras 3 semanas sin mochila.
 
¡¡Ha sido genial!! Hemos tenido que hacer un esfuerzo para no acordarnos de ella, pues 3 años son muchos años con mochila. A veces si que nos hemos acordado de ella, no nos vamos a engañar, pues nos era raro no llevarla a cuestas y sabíamos que al volver a casa estaría allí esperándonos, pero solo han sido algunos momentos y no nos ha importado pensar en ella, incluso hablar de ella. Pero el resto de tiempo hemos estado tranquilos, en paz, sanando la mente y el alma, admirando paisajes, respirando aire puro, disfrutando de amigos y de la familia, echándonos unas risas, haciendo el amor, leyendo al atardecer, yendo de compras, a rastros, paseando por la playa o no haciendo nada...
Hemos hecho todas esas cosas que son maravillosas hacer y que somos muy privilegiados por poder hacerlas y que por culpa de nuestra mochila a veces nos olvidamos de valorar.
 
Y después de unos días maravillosos hemos vuelto a casa y allí estaba ella, solita en el recibidor de casa, esperándonos. Pero eso ya lo sabíamos!
 
Y al igual que hemos vuelto a madrugar, hemos vuelto a hablar con clientes, hemos vuelto abrir el portátil...pues no hemos tenido más remedio que volver a colgarnos nuestra mochila.
 
Pero ahora estoy menos cansada, tengo más energía y más fuerza para llevarla conmigo una temporadita más. He asumido que la tengo que llevar un poco más en mi camino y lo tengo claro. Pero eso sí, me he propuesto que solo sea una temporadita no muy larga. Solo espero que se me conceda este deseo y dentro de unos meses pueda colgar mi mochila en el armario para siempre.
 
Y vosotras amigas ¿cómo lleváis la mochila? ¿tenéis algún truco para aguantar el peso mejor?
 
 
Memole + su mochila ^_^
 

jueves, 3 de septiembre de 2015

Una bebita que me está ayudando a seguir mi lucha

Hola amores!!
Ya estamos de vuelta y antes de contaros que tal mi veranito y esas cosas, quería volver a editar esta entrada porque se me quedó como en estado borrador antes de irme de vacaciones y no me di cuenta.
Así que la vuelvo a publicar aunque sea con retraso.


Hola!!
Antes de despedirme y desearos unas felices vacaciones quería contaros que hace 3 días hubo un nacimiento en nuestra familia. El día de antes del nacimiento lloré y pensé en mis estrellitas, pensé que no iría al hospital y que no me iba a hacer bien ver una mami y su recién nacido tan de cerca.

Pero luego pensé en que ellos, los papis, son personas que me importan mucho y además me necesitaban allí y me lo habían pedido. Así que sin pensarlo a las 9 de la mañana allí estaba en la sala de espera con el futuro papá e intentando no pensar en las ganas que tenía de ser yo la que estuviera ahí dentro y de que fuera mi amore el que estuviera ahí nervioso esperando a que le dieran permiso para entrar hasta que llegara el momento.
 
¡¡Tengo tantas ganas y me lo he imaginado tantas veces, que el día que llegue será cómo si ya lo hubiera vivido otras veces!!

Solo espero que llegue algún día, solo le pido a la vida que me deje vivir ese momento...

Pasaron un par de horitas y como fue cesárea fue rápido, así que enseguida salió el médico y nos dijo que había ido genial que era una nena preciosa y que había pesado 3,5 Kg. De repente nos abrazamos, nos pusimos a llorar y fue un momento precioso y dulce.

Así que pensé que todavía con más razón quería seguir luchando por llegar a ese momento, quiero conseguirlo, he estado muy cerquita y se me escapó, pero necesito conseguirlo, tarde pero lo conseguiremos porque es tan alucinante que necesito vivirlo.

Luego he pasado dos días ayudando a la mami y al papi, pero sobre todo enamorada de la bebita. Es tan preciosa, es tan guapa, tan dulce, tan mágica...me pasaría horas con ella en brazos. Me recuerda a cuándo mis sobrinas eran pequeñas, pero quizás debido al momento en el que me encuentro actualmente, esta experiencia ha sido diferente, la he vivido de otra manera...

Era una especie de tortura, dos veces al día pasaba por el pasillo del hospital lleno de bebés llorando, ramos de flores en las puertas de las habitaciones, mamás con barrigotas paseando por el pasillo con cara de felicidad o incluso mamás con bebitos en brazos en alguna de las puertas de las habitaciones...al principio no quería ni mirar, intentaba ponerme una coraza y que no me tocara el corazón. Pero luego pensé que no, eso era la vida real, chicas jovenes que se embarazan sin problemas, chicas más mayores que probablemente tampoco hayan tenido ningún problema para quedarse embarazadas, pero igual entre todas esas mamis habría alguna con una historia dura como la mía, seguramente alguna habría sufrido de alguna manera hasta llegar ahí...pero lo importante es que ha llegado, que su bebé ya estaba ahí con su mamá. Eso es lo importante, así que eso es lo que elegí pensar. Me quité la coraza y dejé que esos lloros de bebé llegaran a mi corazón, dejé que esas imágenes de las mamás felices llegaran a mi y las transformé en imágenes de verme a mi así, con esa bata azul, con una barriga gordi y un bebito en mis brazos dentro de un año...pensé que intentaría darle de mamar y no sabría, pero no me pondría nerviosa, al contrario tendré paciencia. Mi amore estaría a mi lado en todo momento cuidando de mi y del bebé.
Lo visualizaba y me encantaba, así que me dio fuerzas para saber que quiero continuar. Me dio energía y esperanzas de conseguirlo.

Además mientras estaba con la bebita recién nacida pensé ¿y si fuera mi hijita por ovodonación? me daría igual, si ese bebito no lo había tenido en la barriga y no era mi hija y en cambio solo había hecho falta un segundo para que esa preciosidad me enamorara y la adorara. Si en ese momento me hubieran dicho, es tu hija, te la puedes llevar a casa, no hubiera tenido ningún problema. Entonces ¿qué es lo que me daba miedo de la ovodonación? ¿por qué tenía tantas dudas?.

Supongo que era por pensar que igual había otra opción, yo pensaba que en algún lugar estaban mis futuros hijos de mis óvulos esperándome y que yo los estaba abandonando  o defraudando si tomaba la decisión de no seguir por ese camino...no sé. Creo que a parte de que yo soy luchadora y me cuesta dejar de luchar, a parte de eso, creo que es porque decidir ir a ovodonación es como reconocer que de alguna manera he fracasado en mi intento de ser mamá o incluso que les he fallado a ellos, a mis posibles hijos con mis óvulos. Sé que esto puede ser una tontería, pero en cierta manera creo que es lo que pienso y me desconcierta bastante.

De todas formas me quedo con el mensaje de que deseo con toda mi alma ser mamá y que tengo la certeza de que puedo amar con toda mi alma a mi hijo, sea con mis óvulos o con un óvulo donado. Así que este es el mensaje que se queda en mi para estas vacaciones.

Un besazo.