jueves, 3 de septiembre de 2015

Una bebita que me está ayudando a seguir mi lucha

Hola amores!!
Ya estamos de vuelta y antes de contaros que tal mi veranito y esas cosas, quería volver a editar esta entrada porque se me quedó como en estado borrador antes de irme de vacaciones y no me di cuenta.
Así que la vuelvo a publicar aunque sea con retraso.


Hola!!
Antes de despedirme y desearos unas felices vacaciones quería contaros que hace 3 días hubo un nacimiento en nuestra familia. El día de antes del nacimiento lloré y pensé en mis estrellitas, pensé que no iría al hospital y que no me iba a hacer bien ver una mami y su recién nacido tan de cerca.

Pero luego pensé en que ellos, los papis, son personas que me importan mucho y además me necesitaban allí y me lo habían pedido. Así que sin pensarlo a las 9 de la mañana allí estaba en la sala de espera con el futuro papá e intentando no pensar en las ganas que tenía de ser yo la que estuviera ahí dentro y de que fuera mi amore el que estuviera ahí nervioso esperando a que le dieran permiso para entrar hasta que llegara el momento.
 
¡¡Tengo tantas ganas y me lo he imaginado tantas veces, que el día que llegue será cómo si ya lo hubiera vivido otras veces!!

Solo espero que llegue algún día, solo le pido a la vida que me deje vivir ese momento...

Pasaron un par de horitas y como fue cesárea fue rápido, así que enseguida salió el médico y nos dijo que había ido genial que era una nena preciosa y que había pesado 3,5 Kg. De repente nos abrazamos, nos pusimos a llorar y fue un momento precioso y dulce.

Así que pensé que todavía con más razón quería seguir luchando por llegar a ese momento, quiero conseguirlo, he estado muy cerquita y se me escapó, pero necesito conseguirlo, tarde pero lo conseguiremos porque es tan alucinante que necesito vivirlo.

Luego he pasado dos días ayudando a la mami y al papi, pero sobre todo enamorada de la bebita. Es tan preciosa, es tan guapa, tan dulce, tan mágica...me pasaría horas con ella en brazos. Me recuerda a cuándo mis sobrinas eran pequeñas, pero quizás debido al momento en el que me encuentro actualmente, esta experiencia ha sido diferente, la he vivido de otra manera...

Era una especie de tortura, dos veces al día pasaba por el pasillo del hospital lleno de bebés llorando, ramos de flores en las puertas de las habitaciones, mamás con barrigotas paseando por el pasillo con cara de felicidad o incluso mamás con bebitos en brazos en alguna de las puertas de las habitaciones...al principio no quería ni mirar, intentaba ponerme una coraza y que no me tocara el corazón. Pero luego pensé que no, eso era la vida real, chicas jovenes que se embarazan sin problemas, chicas más mayores que probablemente tampoco hayan tenido ningún problema para quedarse embarazadas, pero igual entre todas esas mamis habría alguna con una historia dura como la mía, seguramente alguna habría sufrido de alguna manera hasta llegar ahí...pero lo importante es que ha llegado, que su bebé ya estaba ahí con su mamá. Eso es lo importante, así que eso es lo que elegí pensar. Me quité la coraza y dejé que esos lloros de bebé llegaran a mi corazón, dejé que esas imágenes de las mamás felices llegaran a mi y las transformé en imágenes de verme a mi así, con esa bata azul, con una barriga gordi y un bebito en mis brazos dentro de un año...pensé que intentaría darle de mamar y no sabría, pero no me pondría nerviosa, al contrario tendré paciencia. Mi amore estaría a mi lado en todo momento cuidando de mi y del bebé.
Lo visualizaba y me encantaba, así que me dio fuerzas para saber que quiero continuar. Me dio energía y esperanzas de conseguirlo.

Además mientras estaba con la bebita recién nacida pensé ¿y si fuera mi hijita por ovodonación? me daría igual, si ese bebito no lo había tenido en la barriga y no era mi hija y en cambio solo había hecho falta un segundo para que esa preciosidad me enamorara y la adorara. Si en ese momento me hubieran dicho, es tu hija, te la puedes llevar a casa, no hubiera tenido ningún problema. Entonces ¿qué es lo que me daba miedo de la ovodonación? ¿por qué tenía tantas dudas?.

Supongo que era por pensar que igual había otra opción, yo pensaba que en algún lugar estaban mis futuros hijos de mis óvulos esperándome y que yo los estaba abandonando  o defraudando si tomaba la decisión de no seguir por ese camino...no sé. Creo que a parte de que yo soy luchadora y me cuesta dejar de luchar, a parte de eso, creo que es porque decidir ir a ovodonación es como reconocer que de alguna manera he fracasado en mi intento de ser mamá o incluso que les he fallado a ellos, a mis posibles hijos con mis óvulos. Sé que esto puede ser una tontería, pero en cierta manera creo que es lo que pienso y me desconcierta bastante.

De todas formas me quedo con el mensaje de que deseo con toda mi alma ser mamá y que tengo la certeza de que puedo amar con toda mi alma a mi hijo, sea con mis óvulos o con un óvulo donado. Así que este es el mensaje que se queda en mi para estas vacaciones.

Un besazo.

2 comentarios:

  1. Si vas a hacer un cocido... ¿que importa de donde hayas sacado los garbanzos? ¿La gente (y tu misma) se va a cuestionar la autoría y la genialidad de ese cocido? ¿A quien van a felicitar, a ti o al que te dio los garbanzos? ¿Vas a sentir el cocido como algo que no has hecho tu y de lo que no debes estar orgullosa?

    Tus óvulos no son tus hijos a los que vas abandonar.... los óvulos son un ingrediente más para SER MAMÁ

    Abrazos.

    ResponderEliminar
  2. Gracias por tus palabras, me ha encantado la comparación!! además es completamente cierta, lo que pasa que hay veces que cuesta ver las cosas de la manera más real y nos metemos en pensamientos negativos que no aportan nada a la situación. Y es contra esos pensamientos contra los que yo he de luchar. Cuándo me venga alguno de esos pensamientos me acordaré de tus palabras y del cocidito ;-)
    Un abrazo fuerte.

    ResponderEliminar