domingo, 12 de julio de 2015

Historia de un adiós

El otro día tenía cita con mi psicóloga. Sin ella nada sería igual.
Empecé a ir a ella hace mucho tiempo y ha estado conmigo desde el principio y os puedo decir que es de las mejores decisiones que he tomado. Os aconsejo que aunque os veáis capaces de llevar esto solas si tenéis la posibilidad busquéis el apoyo de una profesional.
A mi me ha ayudado mucho a conocer y controlar mis miedos, a conocer lo fuerte que soy, a levantarme cuándo he caído y lo más duro, a pasar mi duelo y superar la reciente pérdida de mis dos estrellitas.

Y de eso os quería hablar, de lo dura que ha sido esta experiencia pero de lo sorprendente que es nuestro poder de recuperación. Pues aunque por supuesto que esto nunca se supera ni se olvida, si por casualidad tienes la desgracia de encontrarte actualmente ante una situación cómo la que yo pasé,  si por casualidad te encuentras ahora mismo ante la pérdida brusca y dura de una estrellita, me tomo la libertad de decirte amiga, que te permitas llorar, sufre, acurrúcate con tu corazón, llora aún más, sientete desdichada, pero por favor piensa que  ese dolor profundo pasará...quiero que sepas que lo superarás, volverás a respirar, volverás a sonreir, volverás a vivir...no lo olvidarás pero lo superarás, como lo he hecho yo.

Todavía no soy capaz de analizar las fases por las que he pasado, me gustaría hacerlo mejor por si puede en algún momento ayudar a alguien que esté en este duro momento, pero es complicado analizarlas pues cuándo profundizo mucho en ellas todavía duelen mucho y tengo que desconectar.   
 
- Entras en shock: andas, hablas, respiras...pero no eres tú, no sabes si estás despierta o dormida...Cuándo te dan la noticia que no hubieras esperado nunca, cuándo escuchas esas palabras y miras la pantalla del ecógrafo, en ese momento se para el mundo, en ese momento mi corazón creo que dejó de latir, en ese momento todo mi ser se paró y una fuerza extraña surgió de mi para ayudarme a andar, para poder llamar a mi doctora y explicar lo que me habían dicho en el Hospital pues era mi primera consulta con el gine que me iba a llevar el embarazo. Sacas fuerzas para poder llegar a su consulta, poder hablar con ella y poder volver a casa con la hoja de ingreso para el día siguiente hacerme un legrado.
 
- Te das cuenta que es real: yo en mi caso, unas horas después de la noticia lo intenté asumir y tuve una sensación de prisa por terminar con todo. Quería que me hicieran el legrado cuánto antes. Lloré, pero sobre todo dormí, parecía cómo si quisiera creer que durmiendo despertaría de esta pesadilla...y por desgracia no era así...Por supuesto seguía en shock.
 
- Recuperación física del legrado: Para bien o para mal, mi cuerpo se volcó en recuperarse físicamente del legrado, es cómo si mi cabeza hubiera hecho un paréntesis. Evidentemente no pasaba ni medio día sin llorar, pero aún así, en este momento parece que la prioridad era recuperarme, intentar comer, no coger anemia por el sangrado abundante, no tener fiebre...y te olvidas que hay una parte con la que todavía no has conectado y que realmente te da pánico conectar. Sabes que está ahí pero no lo quieres pensar, y estás tan flojita y cansada que van pasando las horas en casa, dejándome mimar por mi amore y por mi mami y familia cercana, intentando no pensar demasiado y llorando con miedo y con respeto.
 
- Comenzando a retomar la rutina: y es aquí la etapa más dura, cuándo te empiezas a sentir bien y empiezas a querer retomar la rutina, trabajar, salir, quedar con amigos, con la familia...y en mi caso es aquí dónde conecte con la tristeza y el vacío más profundo que jamás pude sentir, de la misma proporción que la felicidad y la dicha que había sentido semanas antes al saber que mis estrellitas estaban en mi. Y es aquí dónde no podía dejar de llorar, lloraba al despertar y lloraba al irme a dormir, y durante el día lloraba 100 veces, caminando por la calle, en el coche conduciendo, en el mercado comprando, en el médico...en cualquier sitio y en cualquier momento me ponía a llorar. Todo, absolutamente todo me hacía pensar en mis estrellitas, había vivido mi embarazo de manera tan profunda que no había nada que no me recordara a ellas. Y en esta etapa aunque no quieres, todo te hace conectar con tu corazón, un bebé en la calle, mi diario que estaba escribiendo, una foto en el móvil que me hice sonriendo por saber que estaba embarazada, ir a casa de mi madre y pensar en los días que pasé en su casa en fallas embarazada, mis libros de embarazada, mis vitaminas de embarazada, la tienda de ropita de bebé del barrio en la que pensé que en poco tiempo entraría...todo, absolutamente todo te hace conectar y por supuesto llorar. Así que me daba miedo quedar con amigas o con gente por si me ponía a llorar sin control cómo si estuviera loca...pero eso nunca pasó. De hecho cuándo realmente no tenía ganas de salir y necesitaba estar conmigo y llorar a mis estrellitas lo hacía y cuándo me encontraba un poquito mejor mi amore me animaba a salir, a quedar con mis amigas o a ir a comer sushi que sabe que eso me animaba un poquito y yo también lo hacía por él, para que viera que poquito a poco, a mi ritmo, iba saliendo de mi madriguera en la que me había metido para estar calentita y alejada de todo lo que me pudiera hacer todavía más daño si cabía.
Esta etapa duró bastante. Recuerdo que le pregunté a mi psico que cuánto podía durar y me dijo que unos 3 meses o así...y recuerdo que me asustaba coger depresión, yo sabía que no iba a dejar que eso pasara pero lloraba tanto que a veces pensaba si podía ser un indicio de depresión o si esos sentimientos se calmarían algún día y estarían un poquito menos presentes.
 
Encima estaba el sentimiento de culpabilidad y la duda de qué había hecho mal. Qué había pasado, por qué se habían ido mis estrellitas, por qué me habían dejado tan sola y triste, porque no habían podido vivir...y esa duda junto con la tristeza era el peor de los sentimientos que he sentido en mi vida. Sentí literalmente que se me rompía el alma y el corazón en mil trocitos.
 
- Me sentía fuerte: De repente un día me sentí capaz de superar esto, me sentí fuerte, decidí volver a centrarme en el trabajo, a salir, a cuidarme, a volver a comer bien, a coger fuerzas...a amar todo lo que me rodeaba, a volver a reconocer la suerte que tengo en la vida, mi familia, mi amore, mi perro, mis amigos, las risas, los bailes, mi trabajo, mi blog, mis sobrinos, mis libros, mis pinturas, mis fotos, mis clases de yoga, mis mantras, mis momentos conmigo misma, el monte, el mar, el aire....la vida. Y es que ellos, mis dos estrellitas habían sido la experiencia más dulce y más llena de amor que nunca había sentido, y había sido mía, los había sentido, los había tenido en mi, y aunque ahora ya no estaban lo que yo había vivido nunca lo iba a olvidar y por eso daba gracias. Así que decidí verlo de manera positiva dentro de todo lo negativo que era la situación.
 
- Recaída: Volví a caer, volví a llorar con más intensidad, volví a sufrir, volví a sentirme muy desgraciada...mi psicóloga me dijo que era normal, no era fácil superarlo, podía tener una recaída y la tuve, pero entonces cuándo mi psico lo creyó conveniente me ayudó a despedirme de mis estrellitas y aunque dolió mucho así lo hice.
 
- Despedida: Por recomendación de ella les escribí unas cartas que luego quemé...y poco a poco les dije adiós. Y poco a poco lloraba menos veces al día, poco a poco el dolor era más llevadero...y quizás pasó un día que no lloré y luego dos que sí lo hice...pero el tiempo y el amor que me habéis dado todos los que estáis conmigo, mi familia, incluyendo los amigos que no tienen ni idea de lo que me ha pasado, y por supuesto incluidas vosotras mis amigas del blog, los lametones de mi niño perruno, todos esos cariños hicieron que poco a poco cogiera fuerzas para volver a ser yo. Pero sobretodo mi mejor medicina han sido todos los mimos, todos los abrazos, todos los besos y todos los achuchones que me ha dado mi amore. Si no hubiera sido por todos sus intentos de hacerme este momento más llevadero, de intentar hacerme reir cuándo yo estaba llorando , de mantenerme entretenida para que no pensara, de llenar mi mente, mi corazón y mi alma de amor y de dejarme llorar cuándo lo que necesitaba era eso, llorar a mis estrellitas... Sin él y sin su amor nunca lo hubiera superado. TE QUIERO MI AMORE. Eres lo más y me lo has demostrado muchas veces pero ésta ha sido alucinante, de verdad.

Y un día te encuentras que ya estás pensando en el siguiente intento, en el siguiente paso, ya estoy preparada para continuar, no necesito más tiempo, he vivido lo que es teneros en mi y quiero que volváis a mi, mis estrellitas. Y sois vosotras las que me dais las fuerzas para seguir y las que por las noches me visitáis en sueños y me ayudáis a tomar la decisión de hacía dónde buscaros.

Así que por vosotras estrellitas va este intento, por vosotras mis estrellitas mamá Memole vuelve a recorrer el camino en vuestra búsqueda...



 

5 comentarios:

  1. gracias por abrir de esta manera tu corazon,es muy duro todo lo que tuviste que pasar, el recuerdo siempre va a estar, lo que hay que lograr es que duela un poquito menos cada dia, deseo que puedas sanar tu alma y retomar este camino con mucha fuerza y esperanza, besos

    ResponderEliminar
  2. Hermosas palabras! Aunque no he pasado por alli, llevo mi mochila pesada sobre mi espalda!! Esto es muy duro pero con fuerza y positivismo algún día lo vamos a lograr

    ResponderEliminar
  3. Eres muy fuerte, Memole, por tus estrellas y por ti, sigue luchando! Un abrazo virtual!

    ResponderEliminar
  4. ¡¡¡¡Muchísima suerte!!!!
    Al final todo se reduce a eso, no es que hagamos algo mal o bien, es suerte, que los astros se alineen y transmitamos todas nuestras energías positivas para que se produzca el milagro
    :-)

    ResponderEliminar
  5. He leído esta entrada y me has emocionado muchísimo, tambien será porque hoy no es un buen día para mi, pero me ayuda mucho leer blogs como el tuyo y espero que ambas encontremos nuestro camino hacia esas estrellitas que en algun sitio nos esperan. Un abrazo fuerte, no podemos rendirnos ahora.
    Majo

    ResponderEliminar