Anécdotas de una novata

"Ahora cuándo salga de la consulta baja a la planta baja y en la farmacia  entrega este papel y le darán la medicación..."

Y tu piensas que, bueno, te darán una caja de pastillas y unas inyecciones o similar. Y lo de las inyecciones lo sabes, no porque nadie te lo haya explicado, sino porque esperando a que me tocara el turno de la consulta había oído a un grupo de chicas que hablaban entre ellas de los pinchazos y que si una tenía la  pluma precargada... y la otra tenía jeringuillas normales de las de toda la vida... y que con la pluma se pinchaban a la perfección... y que era una maravilla...vamos, una conversación muy útil para mí, novata en toda regla.

 

Y a ti no te da tiempo a pensar detenidamente lo que acabas de escuchar porque tú estás ahí toda emocionada haciendo cuentas de que el mes que viene estarás embarazada, que en Navidad ya tendrás una súper barriga y que tu lentejita nacerá en el mes de marzo... 

Pero lo que realmente estás pensando es que al fin y al cabo qué más les da a estas chicas si el pinchazo va con jeringa de las de toda la vida o con pluma de esa precargada, si al que te la tiene que poner le da completamente igual... ¿no?... pues lo hará con los ojos cerrados que para eso se dedica a ello...es un "profesional del pinchazo" y lo dejas ahí y te bajas a la farmacia.

Entonces llega tu sorpresa cuándo después de estar esperando 20 minutos a que la mujer de la farmacia del hospital vuelva con tu medicación del almacén, minutos en los que piensas que ha debido de aprovechar y se ha ido a tomar un café porque esa tardanza no es normal, total para coger una caja de pastillas y otra de inyecciones... y de repente la ves salir al mostrador con una montaña de cajas hacia ti, algunas igual de grandes que una caja de zapatos y piensas..."que maja la señora" ha debido de aprovechar el viaje al almacén y ha sacado la medicación del resto de gente que está esperando...je je je"

Y entonces te empieza a hablar, a enseñar las cajas, a repasar el listado de medicación que tú le has entregado...y es ahí dónde tu cara empieza a cambiar...y entonces te das cuenta que TOOODOOOOO lo que trae es solo y exclusivamente para ti, si, si, si...y tu no sabes si llorar, salir corriendo o qué.

Y encima la maja de la mujer te dice, "mira cariño y te regalo una neverita para que te lo puedas llevar a casa que ahora hace mucho calor"

Haré un pequeño inciso, ¡¡yo odio los hospitales!! ¡¡odio medicarme!! ¡¡odio no saber los efectos secundarios de la medicación que me he de tomar!!...vamos, que aquello tenía pinta de ser todo lo que yo odiaba y yo no podía dejar de pensar:

¿podía ser peor?

Entonces llega otra vez la enfermera que la verdad es que era muy simpática y me dice:

"cariño, ¿tienes la pluma ya o te la doy?"

y sonríes pues te crees que es un tema que ya dominas o por lo menos es algo que te suena, la famosa pluma entraba en juego...

entonces yo le contesto:

"no, no la tengo"

y me contesta: "Pues ahora te la traigo"

Al momento volvió y me dijo

¿Sabes utilizarla?

Y tal debió de ser mi cara que me dijo a continuación:

"No te preocupes cariño yo te lo explico todo tranquilamente y sino las enfermeras de la consulta también te pueden explicar cómo te has de pinchar"

"¿¿QUEEEEEEEE?? ¿Que me tengo que pinchar yo?

espere señora que ha de haber un error, eso no puede ser así, que yo soy la paciente no el doctor...oigaaaa!!!! hay alguien ahí???"

 

Memole