domingo, 12 de octubre de 2014

Mi mente igual de importante que mi cuerpo

Esta semana estuve con mi psicóloga.
 
 
Empecé a ir a ella cuándo comencé con todo este tema de la infertilidad y también por otros motivos y la verdad es que me ha ayudado mucho. No sé si lo hubiera llevado igual o peor sin ella, pero lo que sí sé es que forma una parte importante de mi vida y que he aprendido a conocerme mejor gracias a ella.  
 
Yo siempre me he considerado una persona fuerte, positiva y que podía enfrentarme a cualquier problema y conseguía llevarlo bien. Pero en el tema de la infertilidad eso da igual. Puedes ser muy fuerte, ser muy positiva y alegre pero la realidad es que este proceso es tan largo y tan duro que al final es muy fácil que pueda contigo, vas perdiendo la ilusión poco a poco, y cada vez la caída duele más y cuesta más levantarse. 
Hay días en que lo ves todo claro y con esperanzas y otras veces lo ves todo gris y te mueres de miedo.
 
Por lo tanto no pasa nada si lo reconocemos, no pasa nada si reconocemos que este proceso hace que nuestra mente esté todos los días a todas horas dándole vueltas al tema, pensando si será o no será, pensando en la próxima visita al médico, en la próxima operación o pinchazo...nuestra mente no descansa y por esta sencilla razón necesita una serie de atenciones especiales y necesita también un proceso de aprendizaje para saber gestionar las emociones  y los pensamientos que invaden nuestra mente y alma todos estos días.  
 
Yo para saber llevar esos momentos y canalizar los pensamientos negativos decidí probar un psicólogo y me ha ido muy bien. De hecho ¡¡se lo aconsejo a todo el mundo!! 
 
Yo elegí ir a terapia y además leer mucho sobre el tema, y la verdad es que en este tiempo he aprendido mucho y he mejorado bastante, dentro de lo que se puede mejorar en una situación cómo la que vivimos.
 
Una cosa que ha sido difícil de aceptar pero que mi psicóloga me ha repetido varias veces es que la vida no es fácil, es muy dura, pasan cosas injustas, hay enfermedades, muertes, situaciones angustiosas...aunque no queramos, no lo podemos evitar y tenemos que aceptarlo.
Por lo tanto lo primero que me enseñó fue a aceptar que las cosas no son cómo nosotros queremos, nunca lo son.  
 
Evidentemente yo soy una persona que me conformo con poco, y con el tiempo aún me he vuelto más sencilla. Mi felicidad me la dan las cosas mas sencillas de la vida, como ya os conté en mi entrada anterior...familia, amigos, mi perro...y pensaba que tampoco estaba pidiendo tanto. Un bebé, ¿era tanto pedir? Mis amigas tienen uno o incluso 2 y yo no podía...estaba enfadada y angustiada, aunque también es verdad que al principio daba por hecho que lo iba a conseguir y que sería fácil, pero poco a poco el camino se ha hecho más largo y he tenido que vencer muchos miedos, y ella me ha ayudado mucho. 

Sé que podéis pensar que una buena amiga con la que hablar y a la que escuchar hace el mismo papel que una psicóloga, pero no es así, a parte de que ella es profesional y entiende el funcionamiento de nuestra "cabecita loca", a parte, ella no es una amiga, no es mi madre, ni mi hermana ni el Sr.Amor. Con ella puedo llorar, derrumbarme sin tener la sensación de que tengo que aguantar el tipo para no preocupar a mi gente. Porque este es mi principal problema, que yo me estoy apoyando en muy poca gente. En amigos no he querido porque no quiero que me pregunten ni que estén pendientes de mi y a mi familia no les quiero preocupar así que les cuento lo justo y pocas veces me derrumbo ante ellos. La única persona con la que comparto 100% este proceso es con mi chico y evidentemente a él también le pesa por lo que intento a veces si me da el bajón pasarlo sola. Es por ello que el tenerla a ella ha sido un alivio, pues puedo decirle que estoy cansada, puedo decirle que estoy con fuerza para luchar, puedo derramar alguna lagrimilla... 

Al principio piensas que el apoyarte en una persona que no conoces es complicado y que no vas a poder abrirte y contarle todo lo que llevas dentro, pero eso es lo verdaderamente genial, es alguien externo, alguien que no te conoce, alguien que no te va a mirar con cara de pena o va a estar pendiente de ti preguntándote a todas horas cómo estás... y por eso os lo aconsejo, pero no solo por el tema de la infertilidad, a mi me ha ayudado en otros temas igual de importantes y que estoy corrigiendo gracias a ella. 
Pero sobre todo si estás en un proceso cómo el mío y se te está haciendo algo  largo como a mí, te aconsejo que busques ayuda de un profesional y si el primero que encuentras no te gusta o no conectas, busca otro, es importante que conectes que te sientas cómoda. Pero de verdad, es importante cuidar nuestra mente, mimar nuestra alma y sanar nuestro espíritu, pues algún día estaremos embarazadas y tendremos que estar relajadas y sanas tanto física cómo mentalmente para que nuestro bebé crezca sano y fuerte en nosotras y la salud no ha de descuidar la parte mental.
Otro día os hablaré del yoga y de la meditación, muy importante también para cuidar la salud de nuestra mente.

Un beso fuerte,
Memole ^_^ 
 
 
 

2 comentarios:

  1. Me alegro que te esté ayudando tanto. Yo fui hace dos años a uno y me ayudó mucho aunque no en el tema de la infertilidad que me sentía incomprendida por él, pero aun asi su metodo de trabajo me gustaba mucho. Lo malo es que ir a cada consulta era arruinarse aun mas porque eran bastante carillo... por eso no voy,porque paso ya de gastar mas dinero.

    Un besito!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. La verdad es que es caro, aunque yo lo tengo incluido en el seguro y la verdad es que de momento me lo puedo permitir.
      De todas formas lo importante es que te sientas comprendida y que conectes con el profesional, porque sé que eso no es fácil, pero yo he tenido mucha suerte.
      Un besito guapa.

      Eliminar